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lunes, 31 de octubre de 2011

CANCIONES DE CORRO



LOS DIEZ PERRITOS
Yo tenía diez perritos
uno no come ni bebe:
no me quedan más que nueve.

De los nueve que me quedaban,
uno se comió un bizcocho:
no me quedan más que ocho.

De los ocho que me quedaban,
uno se comió un mollete:
no me quedan más que siete.

De los siete que me quedaban,
uno se lo llevó el rey:
no me quedan más que seis.

De los seis que me quedaban,
uno se mató de un brinco:
no me quedan más que cinco.

De los cinco que me quedaban
uno se mató de un salto:
no me quedan más que cuatro.

De los cuatro que me quedaban,
uno se tragó un bisté:
no me quedan más que tres.

De los tres que me quedaban,
uno se murió del sol:
no me quedan más que dos.

De los dos que me quedaban,
uno se murió de un susto:
no me queda más que uno

A ese perro que me queda,
me lo ha matado un becerro:
no me queda ningún perro.


ESTABA UNA PASTORA
Estaba una pastora,
larán,larán, larito,
estaba una pastora
cuidando un rebañito.

Con leche de sus cabras
larán, larán, larito
con leche de sus cabras
haciendo los quesitos.

El gato la miraba
larán, larán, larito
el gato la miraba
con ojos golositos.

Gato, no eches la uña,
larán,´larán, larito
gato, no eches la uña
y destroces el quesito.

El gato echó la uña,
larán, larán, larito
el gato echó la uña
y estropeó el quesito.

La pastora enfadada,
larán, larán, larito
la pastora enfadada
le cortó su rabito.

sábado, 22 de octubre de 2011

ADIVINA, ADIVINANZA

    


      Hoy voy a hacer una recopilación de algunas adivinanzas famosas para  los niños. A los pequeños les gusta mucho jugar con ellas.

Blanco fue mi nacimiento                                           
colorada mi niñez,
y ahora que voy para vieja
soy más negra cada vez ( la mora)

Una casita con dos ventanas
que bizco te pones
si quieres mirarla ( la cara)


Salgo de la habitación
y entro en la cocina
meneando la cola
como una gallina ( la escoba)

Corre sobre anillas
si tiras de una vez,
y cuelga de una barra
sujeta a la pared ( la cortina)

¿Quién es la que vuela
y no tiene alas?
¿quién construye sueños
 y tu mente alegra? ( la imaginación)

Sin aire no sobrevivo
y sin la tierra me muero
tengo yemas y no soy huevo
tengo copa y no soy sombrero ( el árbol)

Dos orejas a los lados
enmarcan mi prominencia
y dos sables de marfil
dan decoro a mi presencia ( el elefante)

Con mi cara encarnada,
mi ojo negro
y mi vestido verde
el campo alegro ( la amapola)

miércoles, 12 de octubre de 2011

LA CUEVA DE HÉRCULES

                                                     

          Si alguna vez vienes por Toledo, distinguido viajero, no dejes de visitar la Cueva de Hércules.Es uno de los lugares más misteriosos de la Ciudad Imperial. Sobre él pesan numerosos dichos y leyendas.La que conoceremos hoy es una de las más antiguas y extrañas. En el siglo IX ya se sabe que circulaba, aunque la versión más extendida pertenece al siglo XVI

          Se cuenta que, desde muy antiguo, el héroe griego Hércules llegó a Toledo y construyó un magnífico palacio. Un lugar maravilloso donde se supone que guardó un magnífico tesoro. Después cerró sus puertas dejando diez guardianes a los que entregó la llave de la puerta, con orden de que cuando muriera alguno de ellos fuese reemplazado por otro, con la advertencia de que si alguien entraba podrían ocurrir terribles males.

          Así pasaron los años, y todos los reyes que vinieron después pusieron un nuevo candado a la puerta del palacio siguiendo los deseos de su creador. Ya se habían colocado veinticuatro candados cuando comenzó a reinar el último rey visigodo, don Rodrigo. Este rey , no solo se negó a poner candado, sino que intentó entrar en el recinto intrigado por lo que pudiera encontrar. Fue advertido por todos de que no lo hiciera, pero el monarca no hizo ningún caso, y él mismo descerrajó uno a uno los cerrojos y penetró en las entrañas del palacio.

          El recinto era de forma cuadrada en su interior y formaba cuatro estancias. Cuentan que una era blanca como la nieve, otra negra como la pez, otra verde como la esmeralda y la cuarta roja como la sangre.
Al llegar el rey a la tercera se encontró con un arca muy bien labrada, a la que también descerrajó el candado ansioso por ver lo que contenía. Su asombro no tuvo límites cuando se encontró con una tela blanca que tenía pintados hombres con arcos, flechas, lanzas y pendones, montados a caballo y vestidos al modo árabe. Tenía también una descripción que decía así: "Cuando este paño fuese extendido y aparecieran estas figuras, hombres que andarán así vestidos conquistarán España y serán de ella
señores"

          Cuentan que al rey le preocupó bastante lo que allí vió, y arrepentido, dejó todo tal como estaba, advirtiendo a los que le acompañaban que no comentaran lo sucedido. Y se dice, que al poco tiempo, un águila gigante bajó con un tizón encendido en el pico y lo depositó sobre el palacio produciendo tal incendio que, en poco tiempo quedó convertido en cenizas, y que éstas se esparcieron por toda la península.

          Ya sabemos que durante el reinado de don Rodrigo los árabes entraron en la península y se apoderaron de ella, como estaba escrito en el arca. El castigo se cumplió, y aunque la realidad histórica es otra que nada tiene que ver con brujerías y encantamientos, es ésta una bonita manera y extraña de contar los hechos.
                                     

sábado, 1 de octubre de 2011

ROMANCE DE LA LOBA PARDA

          Este es un romance muy antiguo del que he oido diferentes versiones. Inspiradas en este romance se han compuesto melodías y canciones. Una de las más conocidas es la versión que hizo el grupo de flock Nuevo Meter de Juglaría, allá por los años 80 si no recuerdo mal. Tiene el sabor de lo de antes, de lo auténtico,de la dura vida de los castellanos viejos.

                                       

Estando yo en la mi choza pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas, no paran en la majada.
Vi de venir siete lobos por una oscura cañada.
Venían echando suertes, cuál entrará en la majada;
 le tocó a una loba vieja, patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos como punta de navaja.
Dió tres vueltas al redil y no pudo sacar nada;
a la otra vuelta que dió sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra, nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos para el domingo de Pascua.
-¡Aquí mis siete cachorros, aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros, a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega, cenaréis leche y hogaza,
y si no me la cobráis, cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba, las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron por sus sierras muy agrias.
Al subir un cotarrito la loba ya iba cansada:
- Tomad, perros, la borrega, sana y salva como estaba.
-No queremos la borrega de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja, pá el pastor una zamarra;
el rabo para correas, para atacarse las bragas,
de la cabeza un zurrón para meter las cucharas,
y las tripas para vihuelas para que bailen las damas.

Anónimo